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La etapa más importante que puede vivir una mujer es la maternidad, traer una nueva vida al mundo, ese pequeño ser que se transformará en el eje central de una pareja que desea con ansias ampliar una familia.
Un hijo cambia los hábitos de vida de toda mujer, así como el cuidado que debe tener durante esos hermosos meses de dulce espera.
La importancia de buenos hábitos durante el embarazo
Desde el momento de la concepción, una mujer comienza a experimentar cambios en su cuerpo. Estos cambios generan ciertos desequilibrios físicos y hormonales. Por lo que este hecho natural hace que se vuelva necesario crear algunos hábitos que toda mujer debe realizar durante el proceso de embarazo, culminando en un bienestar para la madre y el futuro bebé.
La higiene corporal es fundamental debido a los cambios hormonales que experimentan las mujeres embarazadas. Una correcta limpieza e hidratación con cremas ayudarán a mantener su piel en perfectas condiciones.
La alimentación balanceada y nutricional es prioritaria, ya que no solo es la nutrición de una mujer embarazada, sino también del futuro bebé que estará por nacer. Llevar un estricto control médico es fundamental para vigilar el crecimiento del bebé y la salud de la madre.
El uso de prendas de vestir suaves y ligeras también están dentro de estos hábitos de cuidado corporal que debe tener toda embarazada. El uso de ropa holgada y cómoda que no apriete el cuerpo generará bienestar y descanso. También es recomendable el uso de zapatos cómodos ligeros de peso y con tacones bajos.
La actividad física moderada es uno de los hábitos más importantes para cuidar el estado de salud de la futura madre así como el de su hijo, potenciando los niveles de energía y ayudando a mantener controlados los valores hormonales.
El ejercicio físico y el embarazo
Cuando hablamos de buenos hábitos también nos referimos a las rutinas de ejercicios que debe realizar una mujer cuando está embarazada, para así ir tonificando y manteniendo su capacidad muscular. Muchos de estos ejercicios tienen como objetivo preparar el suelo pélvico de cara al parto, mejorar la resistencia y la elasticidad del perineo para reducir riesgos al mínimo durante la labor del alumbramiento.
La realización de ejercicios físicos durante el embarazo no está contraindicado por los médicos, al contrario; y es que estos aportan múltiples beneficios a la madre y al bebé.
El ritmo con que se realicen los ejercicios va a depender de cada mujer, cada una marca su ritmo y pautas. Existen diferentes tipos de deportes como la natación y algunos ejercicios físicos en el agua, caminar, hacer yoga, pilates, andar en bicicleta, además de ejercicios de preparación para el parto.
Practicar pilates en los primeros meses de embarazo
Durante los 3 primeros meses de embarazo la madre debe cuidarse mucho, ya que son meses cruciales para la gestación del feto. De este modo es necesario limitar los ejercicios físicos, solo podrá caminar sin subir las pulsaciones y realizar ejercicios suaves y controlados.
En el segundo trimestre, los ejercicios de pilates son una buena opción para fortalecer, tonificar y estirar el suelo pélvico, y así facilitar la dilatación de la pelvis en la primera fase del parto. Estos ejercicios deben estar guiados por una profesional experta que las oriente y les indique cuales son las pautas básicas a seguir.
Existen lugares especializados en este tipo de actividades; para realizar clases de pilates para embarazadas en Valencia es posible realizarlas de la mano de SueloPélvico con Agata Krupa, quien es una fisioterapeuta experta en suelo pélvico, capaz de orientar a las futuras madres, en clases especializadas para mujeres embarazadas, así como también clases para mujeres en su etapa de postparto y también para el público en general. Además de esto, cuenta con información sustancial para mujeres respecto a estas etapas tan importantes para sus vidas.
El pilates y sus beneficios para el suelo pélvico
El pilates en un método de entrenamiento físico que consiste en ejercicios que sirven para aumentar la fuerza, flexibilidad y coordinación. Además, trabaja la respiración profunda y la relajación corporal. Estos ejercicios van dirigidos a los músculos abdominales, los músculos del suelo pélvico y de la columna vertebral.
Aun cuando se realiza una cierta rutina básica de ejercicios, el pilates está basado en la ejecución de determinados ejercicios anaeróbicos las cuales se enfocan en ganar fuerza, sus 6 principios están enfocados en: la concentración, el control, la fluidez, la precisión, el centro y la respiración.
Si los músculos se encuentran debilitados o si no se trabaja de forma coordinada entre todos ellos, se puede llegar a presentar dificultades del suelo pélvico, como lo son los prolapsos genitales así como la pérdida de orina de manera involuntaria. Por lo que siempre será mejor contar con especialistas en la materia.
El pilates también ayuda a las embarazadas en la tonificación corporal, mejorando la circulación sanguínea y previniendo los calambres y las varices en las piernas. Del mismo modo, produce efectos relajantes a nivel corporal, controlando el estrés, disminuyendo los estados de ansiedad y ocasionando un efecto tranquilizador y logrando mejorar la oxigenación del cuerpo.
Por último, este ejercicio te permite reorientar los movimientos de caminar, de sentarse y, sobre todo, ayuda a descansar mejor y facilita la memoria y la concentración; así como previene el insomnio.
Ahora que ya conoces todos los beneficios del pilates durante el embarazo, ¿a qué estás esperando para empezar a practicarlo?
