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¡Ah la lactancia! Como si tener que cuidar de un pequeño humano que no deja de llorar no fuera suficiente… este es un desafío inesperado para muchas mujeres después de tener a su primer hijo. Lo vemos por ahí y nos parece coser y cantar pero… ¡va a ser que no! Para muchas mamás, entre las que me incluyo, la primera vez en intentar dar teta se puede convertir en el momento más desagradable del universo, lo cual lleva, en muchos casos, a un fracaso total y absoluto, y en un sentimiento de decepción hacia nosotras mismas, que ni nos merecemos, ni realmente deberíamos tener.
Me paso el día enseñando a las mamás a ponerse al pecho a sus bebés, así que, en todo este tiempo, algo he aprendido, y hay algunos consejos de maternidad que yo seguí conmigo misma cuando tuve a mi segundo hijo, y que SIEMPRE les digo a las nuevas mamis.
Consigue una lactancia materna eficaz desde el primer momento
Es posible que dar teta sea “un instinto” tanto para la madre como para el bebé, pero no en todos los casos la cosa resulta tan fácil; algunos bebés necesitan “aprender” a coger la teta y en otros, las madres necesitamos “aprender” a dejar que la naturaleza haga su parte. Así que ahí van mis 6 trucos útiles para una lactancia materna eficaz.
1: Se paciente, tu leche puede tardar unos días en “subir”
Desde que estamos embarazadas comenzamos a producir calostro, una leche concentrada llena de nutrientes y anticuerpos. La cosa es que el calostro a menudo viene en gotas.
Sí, en gotas.
No es el torrente de leche sin fin que nos esperamos antes de tener al bebé. Sin embargo, a medida que pasan los días, el pecho “se llenará” y estarás alimentando o extrayendo una gran cantidad de leche en cada sesión. ¡Esto puede tardar hasta 5 días! Así que relájate y disfruta de tener cerca a tu bebé.
Intenta no preocuparte tanto, sé que es complicado, pero a partir de ahora vas a tener un montón de preocupaciones que tendrás que aprender a gestionar, así que empieza con esta. A pesar de que te parezca que el calostro es escaso, lo más probable es que sea la cantidad que tu bebé necesita. ¿Sabías que durante los primeros 3 días de vida, los bebés solo necesitan unos 30 ml de calostro?
Conforme pasen los días, tu bebé irá demandando más, y la forma de hacer frente a esa demanda es que te lo pongas al pecho todo lo posible. Cuando te parezca que ya no puedes ponértelo más veces, póntelo una vez más ¿a que puedes? No dije en ningún momento que el comienzo fuera a ser fácil…
Probablemente el mejor consejo de lactancia que puedo darte es: SÉ PACIENTE.
Por supuesto, si tienes un bebé prematuro en la UCI neonatal, las cosas pueden tardar un poco más y llevarán otro ritmo, pero lo principal es te vayas extrayendo leche con un sacaleches, en el hospital irán almacenando tu leche materna y se la podrás dar en cada toma, es LO MEJOR que puedes darle ahora mismo, el resto está en manos del personal sanitario.
2: Si es posible, no dejes que te separen de tu bebé, tenlo pegado al pecho desde el primer minuto
Un bebé que acaba de nacer se acurrucará instintivamente en el pecho y si lo dejas, reptará hasta la teta para alimentarse.
Con cada gota de calostro que tu bebé recibe le proporcionará los anticuerpos que necesita, comenzarán los movimientos intestinales que necesita para iniciar el proceso de su sistema digestivo y tendrá menos problemas para succionar más tarde si se alimenta adecuadamente durante la primera hora al nacer.
Por supuesto, esto también hará que te sientas más segura y fortalecerá el vínculo con tu bebé.
Pero, si no puedes alimentarte durante la primera hora después del nacimiento, no te estreses por eso. Hay niños prematuros o con problemas de salud al nacer que tienen que ser atendidos por los servicios sanitarios, hay que priorizar y eso será lo más importante ahora; pero no te preocupes, hay muchas mamás que han iniciado la lactancia incluso meses después de tener a sus bebés y ha sido todo un éxito.
3: Si puedes, prueba con la lactancia materna exclusiva durante el primer mes (al menos)
Si puedes. Me gusta enfatizar este punto porque a veces las cosas no dependen de nosotros mismos, volvemos al hecho de tener un bebé ingresado o prematuro…
Si puedes, mentalízate de llevar a cabo una lactancia materna exclusiva durante un mes por lo menos, tómatelo como un reto. No valen biberones, no valen pezoneras, sólo tu teta, tu bebé y tú… durante un mes.
La forma de succionar es diferente cuando el bebé se alimenta con biberón. La alimentación con biberón no requiere mucho esfuerzo, por lo tanto, cuando combinamos el biberón y la lactancia antes de que hayan aprendido por completo a mamar, pueden confundirse; no saben qué capacidad de succión necesitan usar para alimentarse, y recurren a la que requiere menos esfuerzo. Esto conduce a problemas con la lactancia.
Si necesitas alimentar a tu bebé de una manera alternativa, la alimentación con jeringa es una buena opción. Coge una jeringa, ponla en el lateral de la comisura de los labios y ve dejando caer gotitas de leche mientras el bebé succiona.
4: Aguanta las crisis de crecimiento
Apréndete esta secuencia de tiempos: 2 semanas, 4 semanas, 3 meses, 4 meses, 6 meses y 9 meses. Repítelos hasta que te los sepas de memoria… ¿ya? Bien, en un rato volveremos con ellos.
Los recién nacidos se alimentan cada 1-2 horas, día y noche. Seguro que ya te lo han dicho, no es el consejo más original en cuanto a lactancia para principiantes, pero de verdad ¡¡duerme siempre que duerma el bebé!!
Sin embargo, a medida que crecen, las sesiones de alimentación comienzan a espaciarse, aunque esto no es una ciencia exacta y depende de cada bebé/niño, recuerda que la lactancia materna es A DEMANDA, pero bueno, poco a poco se van haciendo grandes y ya no pedirán tan seguido, ya lo verás.
Lo que la mayoría de mamás no sabe (y os aseguro que veo unas cuantas al día) es que existen las crisis de crecimiento. Períodos en los que los bebés necesitan crecer más rápido y tienen un retroceso al amamantar, volviendo a pedir más frecuentemente, haciendo tomas más cortas, se ponen nerviosos, tiran del pezón… ¿recuerdas la secuencia de tiempos de la que te hablé 3 párrafos más arriba? pues las crisis aparecerán, más o menos, en esos momentos, a las 2 semanas, a las 4 semanas, a los 3 meses, a los 4 meses, a los 6 meses y a los 9 meses. Es el momento de coger toda la paciencia que (te quede) tengas, te relajes y NO PIENSES QUE NO TE QUEDA LECHE.
Te explico: hay momentos en el crecimiento del bebé, en que su cuerpo le pide más alimento porque va a “pegar un estirón”, así que tu bebé te pide más teta a ti, para que tu teta le diga a tu cerebro que fabrique más leche; todo ese proceso de aumento en la producción de la leche materna lleva entre 2 y 7 días. Cuando tu teta ya da la leche que tu bebé necesita, todo vuelve a la calma… y aquí paz y allá gloria.
5: Habla sobre la lactancia materna con tu pareja
La crianza de los hijos es cosas de los dos, y la alimentación de tu bebé es el primer punto sobre la crianza en el que tenéis que poneros de acuerdo. Asegúrate de alinear tus expectativas sobre la lactancia materna con las de tu pareja mientras estas embarazada. Todo irá mejor si es un esfuerzo de equipo.
¿Tu pareja entiende la importancia de amamantar? ¿Está de acuerdo y entiende la idea de la lactancia materna exclusiva?
Las parejas pueden hacer que todo el proceso de amamantamiento sea mucho más fácil. A veces, nosotras nos encontramos en una montaña rusa de sentimientos, emociones, hiperhormonadas… ellos pueden ayudarnos estando ahí al lado, diciéndonos que podemos con ello, levantándose a cambiar el pañal para que nosotras podamos dormir más, estando a nuestro lado mientras amamantamos… la pareja no es solo una ayuda a la hora de dar el pecho, es un punto clave más para que funcione correctamente.
6: Pregúntale a las enfermeras tanto como puedas
Creo que nunca repetiré los suficiente esta frase mientras estáis conmigo en el hospital: ¡¡Llámame las veces que quieras, estoy aquí para eso!! Pregunta TODO lo que se te ocurra, no te dejes nada. Mientras estás aquí, conmigo, puedo ayudarte, o al menos intentarlo. En el momento que te vayas a casa ya no podré hacer nada por ti. Así que: Pregunta todo lo que quieras. Y me refiero a todo. No te dejes nada, por ínfimo que te parezca.
Créeme. No hay preguntas tontas cuando se trata de la lactancia materna o el cuidado del bebé, y las enfermeras hemos visto y escuchado todo. Tu enfermera te dará los mejores consejos de lactancia para principiantes, ya que conoce tu situación y ha visto muchos casos, y muchas además, hemos pasado por lo mismo que estás pasando tú.
Algunas preguntas que puedes hacer antes de que te den el alta:
- ¿Puedes enseñarme al menos 3 posiciones diferentes de amamantamiento?
- ¿Cómo debo limpiarme el pecho?
- ¿Me puedes enseñar cómo extraer leche manualmente?
- ¿Me puedes enseñar cómo estimular el reflejo de succión de mi hijo?
- ¿Qué debo hacer si noto dolor, enrojecimiento o mis pechos están demasiado duros?
Después del alta, ve a tu matrona y sigue con las preguntas que tengas o busca un asesor de lactancia si lo necesitas, incluso si todo va bien.
Espero que con estos consejos consigas una lactancia materna eficaz desde el primer momento, y si tienes dudas, ya sabes, aquí siempre puedes preguntar.
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