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El otro día, paseando por Pinterest mientras buscaba algunas fotos de decoración (pasaros por mis tableros de Pinterest para ver un montón de ideas chulas) me apareció de repente la foto de una cama con forma de carroza de Cenicienta, ¡sí! una carroza ENORME con todo su despliegue y glamour.
Mi hija Valeria a tres pasos de mí, jugando con sus imprimibles de veterinario sobre la alfombra, intento cerrar la página antes de que lo vea… no fui lo suficientemente rápida, me cazó al vuelo (a veces pienso que tiene un radar para estas cosas).
Así que me tuvo 30 minutos viendo habitaciones de fantasía (por llamarlo de alguna manera, porque mi única fantasía en ese momento era cortarme las venas y dejarme morir allí mismo).
Y si yo lo he sufrido, qué menos que me acompañéis en esta, nuestra maternidad, y enseñaros las “preciosidades” que eligió mi hija (si es que algún día pierdo la cordura del todo y decido meter una cosa de estas en casa).
Soy consciente de que a más de uno os pueden gustar, que por la tarde estuvieron en casa dos parejas de amigos y mientras Valeria se las enseñaba, una de ellas se pasó el rato diciendo:
-¡Ohhhh, hay por favor qué monas todas!- Y sus palabras eran reales.
Ya sabéis que yo no voy por ahí derrochando feminidad (creo que me salté ese gen), todo sea dicho, y este tipo de cosas como que me gustan entre 0 y bajo 0. Pero bueno, al que por su gusto muere, la muerte le sabe a gloria, así que ahí van.
Camas y habitaciones de fantasía para niños
Foto portada: https://www.handsomefrank.com/illustrators/thomas-burden/.
