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El sueño de los bebés es uno de los principales aspectos que deben cuidarse. Numerosos estudios han demostrado que los recién nacidos pasan entre 14 y 18 horas durmiendo, debido a que aún están en proceso de adaptación. Además, es durante estos momentos que comienza a ser segregada la hormona de crecimiento.
Los bebés necesitan dormir adecuadamente y, como padres, existen muchas formas de ayudarlos. Actualmente existen productos que permiten tener ambientes agradables en las habitaciones, como lo es el humidificador para bebé, el cual ayuda a mejorar la calidad del aire, además de lograr la temperatura ideal.
Asimismo, existen otros métodos que pueden servirte para que tu bebé tenga una mejor calidad de sueño y así descanse plácidamente.
Mantén la luz ideal en la habitación
Siempre es importante contar con una habitación oscura, lejos de luces que puedan alterar el sueño. Tu bebé podrá aprender a asociar dicho ambiente con las noches y le será más fácil dormir sin ningún problema.
Si es interrumpido por la aparición de luces muy altas, se corre el riesgo de que el sueño se interrumpa y el proceso para que aparezca puede ser complicado.
Algunos bebés duermen mejor con una pequeña luz de compañía, eso les hace sentirse más seguros y confortables, de modo que lo importante es encontrar lo que más se adapta a tu bebé.
Crea una rutina
Las rutinas de sueño son una buena manera de ayudarlos a dormir. Si acostumbras a tu bebé a una hora específica para descansar, además de incluir un baño antes o el haber cenado, entonces será mucho más sencillo que, a la larga, pueda alcanzar el sueño más rápidamente.
Con las rutinas también se logra que el descanso sea más profundo. Además, son costumbres que pueden mantener aun cuando crezcan. El truco está en mantenerla, respetando los horarios incluso los fines de semana, ya que cualquier cambio puede resultar en una alteración del sueño.
Cenas completas pero ligeras
La calidad y cantidad de comida que des al bebé durante las cenas también influye en su forma de dormir.
Procura que las cenas sean completas, pero ligeras. Es importante que exista un periodo suficiente entre la comida y el momento del descanso, con el fin de que la digestión no afecte el sueño. Este aspecto debe vigilarse en todo momento, ya que el exceso de alimentos puede ocasionar pesadillas o dificultad para dormir.
Los sonidos
Al contrario de lo que se cree, los bebés necesitan un poco de sonido para descansar. Por supuesto, no debe tratarse ruidos que ocasionen sobresaltos mientras duermen. Recuerda que, por lo general, el vientre es un lugar ruidoso, por lo que llegar al silencio absoluto en las habitaciones puede no ser adecuado.
Mantener algo de sonidos como música suave puede servir. Esto no solo ayudará a tu bebé, sino que te permitirá acostumbrarlo a que descanse en cualquier circunstancia, sin importar lo que ocurre en el exterior.
Las siestas pueden ayudarle
Una pequeña siesta a primera de la hora de la tarde puede ayudar a que nuestro bebé concilie mejor el sueño.
Al contrario de lo que se pueda pensar, si nuestro pequeño no descansa en todo el día para que duerma más por la noche, puede tener el efecto rebote. Y es que ir pasados de sueños puede hacer que tarden más en dormir.
Ayudarlo a dormir
Cada niño es diferente y tiene unas necesidades, lo importante es ayudarlo a dormir, y la mayoría de niños necesitan ser acunados y mecidos para sentirse arropados y así conciliar mejor el sueño.
En el caso de que nuestro pequeño comience a llorar debemos acercarnos siempre a ver qué le pasa. Es normal que nos necesiten cerca y se sientan más cómodos cuando estamos con ellos que cuando los dejamos solos. Al final se trata de un proceso de adaptación que irá poco a poco.
Los bebés pueden reír o emitir sonidos mientras descansan, tan solo asegúrate de que está bien, muchas veces es suficiente esperar unos segundos y volverán a dormirse solitos sin ningún problema.