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Tenía 11 años cuando empecé a usar gafas. Si bien el uso de los cristales fue emocionante al principio, la novedad se desgastó bastante rápido. Las gafas me molestaban cuando hacía deporte con mis amigos y siempre temía romperlas o perderlas. Aún así, cuando le pregunté a mi madre si podía llevar lentillas, me dijo que debía estar preparada para la responsabilidad que suponía usarlas.
Hablamos con el optometrista, nos enseñó los diferentes tipos de lentillas que había en el mercado y nos decidimos por las acuvue moist, que son las mismas que sigo usando desde entonces; además, nos dio unas pautas para manejar las lentillas con seguridad, y esas mismas pautas de hace más de veinte años siguen siendo las mismas para hoy en día.
Antes de que vuestro hijo haga el cambio de gafas a lentillas, hay varias cosas que debemos verificar para asegurarnos de que esté listo para usarlas.
Cuatro maneras de decidir si nuestro hijo está listo para llevar lentillas
1. ¿Es un niño responsable?
Una de las cosas más importantes es que nuestro hijo sea un niño responsable. Si bien existen diferentes tipos de lentillas que requieren niveles de cuidado, todas deben ponerse y retirarse correctamente de los ojos y mantenerse limpias. Eso significa una limpieza diaria, recordar quitarlas en el momento adecuado y no hacer un uso prolongado en el tiempo.
Si es un niño al que hay que recordarle a menudo que se asee a sí mismo, que no se le olvide hacer los deberes, y ese tipo de cosas, es posible que debamos esperar un poco más antes de permitirle usar lentillas. Quizá debamos hacer que nuestro hijo primero nos demuestre que puede mantener buenos hábitos diarios para que podamos tener la confianza de que puede manejar esa responsabilidad.
2. ¿Nuestro hijo entiende la importancia de la higiene y el uso y cuidado seguro de las lentillas?
Aunque las lentillas se encuentran entre las formas más seguras y populares de corrección de la visión, requieren una atención adecuada; tenéis a vuestra disposición una amplia gama de lentillas baratas y de muy buena calidad, pero la higiene es primordial.
Si nuestro hijo no toma en serio el cuidado de las lentillas, podría tener consecuencias negativas para su salud visual. Cuando habléis con vuestro hijo sobre cómo pasar de las gafas a las lentillas, aseguraos de enfatizar la importancia de una atención segura y saludable para los ojos.
3. ¿Vuestro hijo tiene al menos diez años?
La mayoría de los optometristas aconsejan que un niño debe tener entre 10 y 12 años para comenzar a usar lentillas por primera vez. Evidentemente siempre depende de lo responsable que sea el niño, como os decía en el punto 1.
4. ¿Vuestro hijo hace deporte?
Si nuestro hijo practica algún deporte (o más de uno), puede ser más práctico para él usar lentillas en lugar de gafas. Las gafas pueden dañarse o interferir cuando un niño practica deporte. El sudor puede hacer que las gafas resbalen y que ciertos cascos u otros equipos deportivos no se ajusten correctamente con ellas puestas.
Si las gafas del niño están interfiriendo con la práctica de deporte, sería interesante hablar con el optometrista sobre el cambio a lentillas.
Consejos para padres de niños que usan lentillas
Una vez que habéis decidido que vuestro hijo está listo para usar lentillas, debéis comprometeros a ayudarlo a cuidar adecuadamente sus ojos. Aquí hay algunos consejos importantes para los padres de niños que usan lentillas.
- Llevad al niño a los exámenes anuales de la vista. Los optometristas están capacitados para realizar exámenes oculares integrales, diagnosticar y en su caso, derivar a los niños al oftalmólogo en caso de detectar alguna enfermedad ocular e incluso buscar síntomas de otras afecciones que afecten a los ojos.
- Comprad solo lentillas con el consejo del optometrista de vuestro hijo.
- Aseguraos de que vuestro hijo se lave las manos antes de manejar las lentillas y de que los productos para el mantenimiento de las mismas estén en buenas condiciones.
- Nunca debéis permitir que vuestro hijo use lentillas más tiempo del indicado por el optometrista.