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Os aseguro que esta receta os va a encantar y no vais a parar de hacerla en casa, ya veréis La mozzarella se queda recubierta de pan crujiente y calentita al horno…, no hay palabras, a mi hijos les flipó la primera vez que la hice; y si tenéis una cena con amigos, ¡¡veréis como les gustan!! Y encima es una receta fácil y rápida, ya veréis, en cuanto la hagáis una vez os la van a pedir todos los días.
Los palitos de mozzarella son perfectos para mojar en salsa de tomate, guacamole, ketchup, salsa barbacoa, mahonesa o totalmente solos. A mi hijo Dani le chiflan con la salsa de tomate mejicana de Mercadona, y a Guille con barbacoa, pero también podemos hacer una salsa casera o incluso tomarlos solos porque están de vicio de cualquier forma.
Además, se hacen al horno y no fritos y si encima compráis mozzarella semidesnatada… no podéis quejaros de la operación biquini ¿eh?
Es una receta para tomar recién hecha, de ese modo el queso estará totalmente fundido y tendrá un sabor y una textura perfectas.
Consejos antes de empezar: una vez rebozados, congelar los palitos de mozzarella y realizar la receta con los palos congelados, de ese modo el queso aguantará más en el horno y no se deshará tan rápido, con lo que conseguiréis unos palitos perfectos.
Si no encontráis palitos de mozarella, también podéis comprar las barras que se venden en más supermercados y cortarlas en forma de palitos.
Palitos de Mozzarella rebozados, hechos al horno
INGREDIENTES PARA HACER LOS PALITOS DE MOZZARELLA
- 12 barras de mozzarella en palitos
- 1 huevo grande batido
- 2 cucharadas de harina
- 5 cucharadas de pan rallado
- 5 cucharadas de Panko
- 2 cucharaditas de queso parmesano
- 1 cucharada de perejil
- aceite de oliva virgen extra
ELABORACIÓN DE LOS PALITOS DE MOZZARELLA REBOZADOS
En un bol batimos el huevo, en otro ponemos la harina y en el último mezclamos el pan rallado con el parmesano, el perejil y el panko.
Pasamos los palitos congelados por la harina, sacudimos el exceso, luego por el huevo, y por último, cubrimos con la mezcla de pan.
Repetimos este proceso con el resto del barritas de queso y las metemos en el congelador hasta que vayamos a hornearlo.
Precalentamos el horno a 200 °C.
Colocamos sobre una bandeja cubierta por papel de horno y los rociamos con un poquito de aceite de oliva.
Horneamos en el tercio inferior del horno hasta que estén crujientes, alrededor de 4 a 5 minutos.
Apagamos y dejamos cocer otros 5 minutos más observándolos de cerca para que no se derritan.
Fotos portada Por beats1, receta de Skinnytaste
