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En casa tenemos la suerte de no hacer distinciones de ningún tipo, yo me crié con mi hermano como iguales, poníamos la mesa por igual, recogíamos la ropa por igual y hemos tenido las mismas posibilidades de formarnos y elegir nuestra carrera, así que no iba a ser menos con mi familia; en mi caso mis hijos han elegido más juegos de deportes, vehículos y ahora un poco más mayores, consolas y más deportes; mi hija sin embargo, aun estando rodeada de todo este tipo de juguetes, ha preferido siempre más jugar con Barbie, las muñecas, la ropa y las pinturas… nosotros simplemente hemos dejado que ellos elijan cómo desarrollarse y tanto mi marido como yo, hemos jugado con ellos e intentado formar parte de sus juegos, tanto con unos como con otros.
Yo le doy patadas al balón y mi marido acaba un sábado por la tarde que parece Carmen de Mairena después de una actuación… yo me pinto las uñas con mi hija, y mi marido juega una partida al FIFA con mis hijos; yo salgo a correr con mi hijo mayor, mientras mi marido viste muñecas con la pequeña… lo que surja en cada momento y con el que nos surja.
Además me rodeo de gente que es como nosotros, los papás juegan con muñecas y las mamás juegan al tenis… los domingos que quedamos para comer en familia, mi marido y mis cuñados se lo pasan en grande, como es un momento de relax y desconexión pueden jugar con Barbie, dar de comer a las muñecas de Valeria y mi sobrina lo disfruta muchísimo.
Pero a la vista de las investigaciones, parece que la realidad no siempre es así, y la verdad, me da mucha pena; pena porque el tiempo de infancia de un niño es tan corto como un suspiro, cuando nos demos cuenta ya no querrán que vistamos a sus muñecas, les pongamos el disfraz de Darth Vader o peloteemos con ellos en la pista; así que hay que aprovechar el tiempo que tenemos.
La infancia es el momento vital más importante para la construcción de la personalidad de un ser humano. Sin embargo, las niñas empiezan a pensar que son menos brillantes que los niños a una edad sorprendentemente temprana. “Esas ideas pueden condicionar su vida, alejándolas de sus carreras científicas y técnicas”, se concluye en una reciente investigación de las universidades de Princeton, Nueva York e Illinois.
Para revertir esta situación Barbie activa la campaña Papás que juegan con Barbie, centrada en subrayar la importancia del rol paterno precisamente en esos momentos de juego en que las niñas empiezan a construir sus valores y aspiraciones.
El video de campaña, que podéis ver al inicio de este post, es el reflejo en clave optimista y de humor de algunos de los testimonios recogidos durante un estudio previo en el que se ha analizado el comportamiento de 7.300 padres europeos con sus hijas menores de 18 años. De los padres españoles se han extraído conclusiones tan sorprendentes como inverosímiles, tales como:
- 3 de cada 10 padres no saben lo que es una pirueta.
- Sólo 4 de cada 10 aseguran saber hacer trenzas.
- 9 de cada 10 consideran que jugar con su hija es una herramienta para que construya confianza en sí misma.
Y otras de mayor relevancia social como:
- Aproximadamente al 50% de los padres entrevistados les gustaría dedicar más tiempo a jugar con sus hijas.
- 7 de cada 10 creen que es importante que sus hijas sientan que puedan lograr cualquier objetivo que se propongan.
- Solo el 50% considera que la relación con su hija es muy cercana.
La campaña Papás que juegan con Barbie forma parte del compromiso de la marca en desarrollar la imaginación de las niñas a través del juego, inspirándolas a soñar que no tienen límites y que pueden ser lo que quieran.
¿Sois vosotros de los Papás que juegan con Barbie?
¡Que os divirtáis! 😀