mi hijo es sonámbulo

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Ni os cuento el episodio (y lo que nos reímos después) en el que nos vimos envueltos una noche en casa, os pongo en situación:

Cinco y media de la madruga, yo, que menos mal que me despierto con la caída de un alfiler, oigo levantarse a mi hijo y, suponiendo que iba al baño, me doy la vuelta en la cama, pero en vez de pararse en la puerta del baño que está justo frente a mi habitación, pasa de largo y se va a la cocina… pienso – ¡tendrá sed! – pero no oigo el ruido del agua – Uisss, qué raro –


Me levanto de la cama y me lo encuentro “¡¡Meando en la esquina de la cocina con la galería!!

– Pero Dani ¿¿¿qué haces??? – Me mira y sigue a lo suyo como si con él no fuera la cosa. Ojiplática estaba, os juro que me quedé a cuadros, me acerco a él y menos mal que se me encendió una bombillita en la cabeza, lo miro bien y pienso – ¡¡Ostrás!! ¡¡que está dormido!!

– Dani cariño -, le digo con toda la tranquilidad que te dejan la hora, el sueño y saber que te están meando el suelo de parqué, el armario de la galería y el cesto de la ropa sucia – ¿puedes aguantar un poquito y te llevo al baño? – y él me contesta – Sí – pero en realidad no se mueve y continúa.

En eso entra mi marido en la cocina, tengo que decir que es uno más en la crianza de nuestros hijos y se ocupa de ellos tanto o más que yo pero… “durante el día” porque por la noche es una “auténtica manta”, no se entera de nada y encima, cuando se entera, es como un elefante en una cacharrería porque la mitad de su cerebro está aun roncando en la cama.

sonambulismo en niños

Así que entra en la cocina y desde la puerta pega un grito – Pero Daniiiiiiiii ¿QUÉ HACEEEESSS?? -, y yo al lado del crío chistando para que se calle, – ¡¡SSShhhhhh!! No grites que está sonámbulo, no oye nada de lo que le decimos. –

– ¿Que está qué? ¿Cómo que no oye? ¿Qué le ha pasado? –

– Naaaada, no le ha pasado nada; sólo está dormido, cuando termine lo limpiaré.

A todo esto, os podéis imaginar el cuadro, mientras nosotros hablábamos, mi hijo seguía meando como si tal cosa, que le faltaba al tío silbar, y encima ¡menuda meada!, para más inri, cuando me doy cuenta, tengo el pie ¡¡empapado en pipí!! ¡Ay madre! ¡todo el pie dentro del charco!

– Cari – le digo a mi marido- llena el cubo de fregar de agua mientras termina y dame una toalla que me limpie el pie. – Y otro que tal, me mira como si estuviera loca y sigue en el quicio de la puerta diciendo – ¿pero no puede parar de mear? ¡¡que está meando en el suelo!! –

– Ya sé que está meando el suelo, de hecho ¡tengo el pie dentro del charco! ¡Tráeme el cubo y una toalla! –

El niño termina, se la guarda y me dice – Buenas noches mamá, me voy a hacer pipí – Y se va a su habitación, se acuesta y sigue con su sueño como si nada, menos mal que no se manchó y no tuve que cambiarlo a él también.

Así que ahí nos quedamos, a las tantas de la madrugada, fregando el suelo de la cocina, el armario, sacando la ropa del cesto y lavándolo; cambiándome de calcetines y lavándome el pie en el bidé.

Menuda odisea montó el niño en un momento, y al día siguiente ¡no se acordaba de nada! le dio por reírse cuando se lo contábamos.

Él siempre ha hablado durante la noche y cuando hemos acudido porque ha gritado o algo así, nos contestaba cosas incoherentes y sin sentido, pero nunca se había levantado y deambulado por la casa.

El caso es que se ha repetido dos veces más, aunque en cuanto lo hemos visto levantarse lo hemos “guiado” hasta el cuarto de baño, evitándonos así más fiestecitas nocturnas de limpieza y recogida de micciones…

¿Qué es y cómo afecta el sonambulismo en los niños?

Me puse a investigar y parece que el sonambulismo puede afectar a personas de todas las edades, pero es más común en los niños y se da más en los varones en comparación con las niñas. Se considera que un 17% de los niños camina dormido. El sonambulismo por lo general comienza sobre los 6 años,  pero suele desaparecer cuando llegan la adolescencia.

Mientras dormimos por la noche, no todo el sueño es igual. Experimentamos lo que se conoce como sueño profundo y tranquilo y también sueño activo, que es cuando soñamos; pues bien, el sonambulismo se da en las primeras horas de sueño, en el paso de un sueño profundo no REM a un sueño más superficial.

Además, sería erróneo pensar que todos los sonámbulos se levantan de la cama y andan. Algunas veces sólo se sientan o se incorporan en la cama y actúan como si estuvieran despiertos.

Los sonámbulos tienen los ojos abiertos o semi-abiertos, pero no ven como cuando están despiertos y si se les deja actuar con normalidad tienden a volver a la cama sin ayuda y por la mañana no recuerdan nada de lo ocurrido.

Según el vicepresidente de la Asociación Española del Sueño (Asenarco) y coordinador de la unidad de Pediatría de Hospital QuirónSalud Valencia, el doctor Gonzalo Pin, “el 60 por ciento de los niños que tienen sonambulismo, tiene padres que tuvieron antecedentes“. A pesar de que añade que existen otros factores desencadenantes, como “los trastornos respiratorios durante el sueño o el estrés”, reconoce que la causa exacta “no se conoce”.

Pues bueno, parece que en algo se parece mi hijo mayor a mí, porque yo también fui sonámbula durante la niñez y mi madre también cuenta cada episodio… para escribir un libro ¡pobre niño! para una cosa mía que ha heredado.

Así que, en principio, si no es algo que se repita constantemente (en cuyo caso habría que llevar al niño al pediatra), no hay que darle más importancia, tan sólo asegurarnos de que no hay nada en su camino con lo que pueda tropezar y hacerse daño y procurar no despertarlo dirigiéndolo a su cama con tranquilidad, ya que si se despertara, se encontraría en una situación que no es capaz de entender y podría asustarse.

Esperemos que no se repita más, o al menos que sea esporádico porque ¡vaya numerito!

¿Se han levantado sonámbulos vuestros hijos? ¿Cómo actuasteis?

 


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7 COMENTARIOS

  1. Uff! Me maravilla con la calma que te lo tomaste.. yo me llevaría un susto tremendo si me doy cuenta de que mi peque está por la casa sonámbulo y ciertamente me quedaría muy preocupada con el episodio..

    Isa

    • Bueno, el susto no me lo quita nadie, más que nada porque no me lo esperaba, pero hablando con su pediatra, me dijo que si no era algo muy repetitivo y se pasaba en unos días, podía ser causa sólo de que él estuviera preocupado por alguna cosa (sin importancia para los adultos pero a lo que él le diera mucha) y eso causara que no acabara de “desconectar”, de hecho, ya no se ha vuelto a repetir después de la última vez, cosa de la que me alegro y mi parqué también 😉

      Lo de la calma, bueno, de algo tiene que servir ser enfermera… la calma en casos de este estilo va implícita en mí 🙂

      Besitos

      Lou

  2. Con mi peque no hemos tenido ningún episodio pero yo era sonámbula de pequeña.

    Lo más habitual era que me incorporara y farfullara palabras ininteligible o “entendibles” pero en frases sin ningún sentido.
    Únicamente me levanté una vez: No miccioné en ningún sitio, mi madre dice que “entré” en el sillón como si fuera una cápsula espacial o algo así y me quedé en posición fetal mirando el respaldo.

    Nunca se recuerdan los episodios, pero me reía mucho con lo que me contaba mi madre por la mañana.

    Con la adolescencia se me pasó y ahora de adulta tampoco hablo en sueños ni nada.

    Espero que sea una fase y que también se le pase a tu peque.

    • Hola Paloma,

      Sí, yo también era sonámbula y sí… yo también me mee en sueños, en mi caso (según cuenta mi madre) hice pis en el cajón del armario… en fin ¡menos mal que luego tiene gracia! y también se me pasó, como a ti, en la adolescencia.

      Besitos

      Lou

  3. Ai..te leo y pienso en lo que me espera.Yo siempre.he tenido somniloquia y algun episodio de sonambulismo. Mi hija mayor ha pasado de los terrores a la somniloquia y algunos dias habla sentada con los ojos abiertos..y eso que solo tiene 4! Nosotros la contemplamos hasta que vuelve a acostarse.

    • La verdad es q hasta q te acostumbras… Telita, a nosotros nos ha dado cada susto, y la pequeña apunta maneras también, vamos a estar la mar de entretenidos.

      Un besazo

  4. Mi hijo tiene 10 años y es sonámbulo desde que tiene unos 5 años. Se levanta casi todas las noches y siempre viene a mi cama a hablarme… Una vez también hizo pipí en el vidé y otro día estaba ya para hacerlo dentro de un cajón de su armario. Menos mal que llegó mi marido !!!
    Yo ya me he acostumbrado, aunque la verdad es que es un momento tenso el que se pasa.
    Una noche se vino un amigo suyo a dormir y dice que no se vendrá nunca más del miedo que pasó!!
    La verdad es que es entretenido tener un sonámbulo en casa 🙂

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