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Viajar con niños es siempre una experiencia hermosa. Ver el asombro en sus rostros ante un paisaje maravilloso, no tiene precio.
Debemos aprovechar y disfrutar al máximo su infancia, y así, inmortalizar gratos recuerdos en su memoria. De este modo, consolidaremos bases sólidas para la adquisición de herramientas sociales para su futuro. Viajar siempre será un potente instrumento de aprendizaje.
Si estás buscando ayuda para irte de vacaciones con los peques, tenemos dos opciones que convertirán esos sueños en familia en una realidad inolvidable.
Viajar a Tahití con niños
Esta hermosa isla de la Polinesia Francesa está llena de emoción, calor, arena, playa y cielos azules.
Todos sabemos que los niños aman el mar, y permitirles conocer y aprender de la vida marina, es una experiencia hermosa que jamás podrán olvidar.
Viajar desde España a Tahití es un trayecto que dura algo más de 19 horas, por lo que debemos tener claro que no todas las edades podrán asimilar normalmente este largo viaje.
La idea es disfrutar todos en familiadisfrutar todos en familia y evitar que alguno de nuestros peques lo vaya a pasar mal. Por ello recomendamos consultar con especialistas sobre cuál es la edad mínima apropiada para un viaje de esta magnitud y tener muy presente el grado de inquietud de los peques para abordar las horas de avión.
Si bien es cierto que Tahití cuenta con muchos hoteles lujosos. Esta opción puede ser óptima según el presupuesto disponible, puesto que cuentan con actividades y personal para que no os tengáis que preocupar de nada.
Por otro lado, existen otros tipos de hospedajes, como posadas, cabañas o pensiones, que son menos lujosos pero muy acogedores para familias con niños. Os sentiréis como en casa.
La ventaja de estos lugares, además de resultar mucho más económicos que los hoteles, es que varios de ellos cuentan con cocinas propias, donde podemos preparar los alimentos en caso de que se tenga alguna preferencia en la alimentación, sobre todo la de los niños, o no sientan de su agrado la gastronomía de la isla.
Descubre Venezuela con niños
Si bien actualmente está atravesando una situación económica muy difícil, Venezuela es rica en belleza natural y aún conserva importantes atracciones que pueden ser disfrutadas por los turistas.
Ver un atardecer en el llano venezolano, tomar un chocolate caliente con la gente simpática y humilde de Mérida, mirar el esplendor de la selva y la cascada más alta del mundo en el Parque Nacional Canaima, nombrado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, son sólo algunas de las atracciones más placenteras que encontraremos.
Existen muchos lugares para disfrutar con los niños. Desde divertirse con la arena blanca y fina de los Médanos de Coro, donde los niños pueden bajar y rodar por sus laderas, hasta disfrutar de sol, mar y arena en las magníficas playas de Los Roques.
El Parque Nacional Sierra Nevada también nos brinda una experiencia inolvidable para compartir en familia.
El Teleférico de Mérida, el más alto del mundo, nos permite disfrutar de paisajes únicos y espectaculares de la ciudad de Mérida. Poder observar en plenitud esta bella ciudad, y llegar a la última estación y divertirse con los niños haciendo muñecos de nieve, es algo mágico.
Viajar desde España a Venezuela tarda poco más de 9 horas. Sin duda alguna, es un destino que debe incluirse en nuestra lista de viajes en familia.
