Esta publicación puede contener enlaces de afiliados ~ Para saber más puedes visitar la política de divulgación.
Cuarenta años después del primer nacimiento alcanzado mediante de la fecundación vitro, hoy existen múltiples técnicas derivadas de la fecundación in vitro “clásica” que, bajo la denominación de “reproducción asistida”, se utilizan para solucionar problemas de fertilidad femenina y masculina. A pesar del enorme potencial de la reproducción asistida, existen numerosos falsos mitos sobre su utilización y aquí presentamos algunos de ellos.
Falsos mitos de la reproducción asistida
Mito 1: Tengo ciclos espontáneos, por tanto, ovulo.
Los ciclos menstruales sin ovulación se producen a menudo en mujeres pre-menopáusicas, con una baja reserva de óvulos en los ovarios, pero también pueden ocurrir en mujeres jóvenes con ovarios poliquísticos. En ambas condiciones la mujer necesita una evaluación ginecológica y una eventual acción terapéutica en caso que quiera quedar embarazada.
La presencia de un ciclo menstrual espontáneo no es una prueba de ovulación. Los estrógenos producidos por los folículos ováricos estimulan el crecimiento del endometrio incluso si ninguno de los folículos llega a ovular. En la ausencia de la ovulación no se producen progestágenos y el endometrio no sería capaz de acoger un embrión. Pero eso no impide que, más o menos tarde, el endometrio se “canse” bajo el efecto prolongado de los estrógenos y se evacua mediante una menstruación cómo si fuera un ciclo natural completo. Estos ciclos “anovulatorios” suelen ser algo menos regulares que los ciclos ovulatorios, pero incluso la presencia de ciclos menstruales más o menos normales no son una prueba de la ovulación.
El ciclo menstrual es una consecuencia directa de un ciclo de secreción de hormonas por los ovarios. En la primera fase del ciclo, entre la menstruación y la ovulación (liberación del óvulo maduro del ovario), uno de los folículos ováricos (cavidades que albergan los óvulos) crece por encima de los demás, convirtiéndose en “el folículo dominante” que liberará su ovulo unos 14 días después del inicio de la menstruación. Las hormonas producidas por el folículo dominante (estrógenos) promueven el crecimiento del revestimiento interno del útero (endometrio).
Después de la ovulación, el folículo dominante se convierte en una estructura llamada “cuerpo lúteo”. El cuerpo lúteo produce, a parte de los estrógenos, un otro tipo de hormonas (progestágenos) que preparan el endometrio para la anidación del óvulo fecundado (embrión preimplantacional). En caso de una anidación exitosa, el embrión recién implantado produce una hormona (beta-HCG) que mantiene activa la actividad secretoria del cuerpo lúteo. Si la anidación (implantación) no se produce, el cuerpo lúteo regresa y deja de producir los estrógenos y los progestágenos, por lo cual el endometrio degenera y se evacua mediante una menstruación, completando así el ciclo. En las mujeres menopáusicas, no hay ni crecimiento de un folículo dominante, ni secreción coordinada de los estrógenos y los progestágenos, por lo cual el endometrio no crece y el ciclo menstrual desaparece, a menos que se utilicen terapias hormonales sustitutivas para sostenerlo.
Mito 2: La calidad de mis óvulos se puede predecir por valores hormonales en la sangre.
Trabajos de investigación para desarrollar métodos de evaluación de la calidad de óvulos mediante una biopsia líquida (evaluación del ADN libre circulante en la sangre) están en marcha. Sin embargo, estas técnicas no están aun disponibles en la rutina, aunque, supuestamente, su aplicación clínica no va a tardar mucho.
La evaluación de la reserva ovárica de óvulos mediante la determinación de la concentración de la hormona antimulleriana (AMH) informa sobre todo de la cantidad de los óvulos presentes. La calidad de cada óvulo depende esencialmente de la edad actual de la mujer. Así que la reproducción asistida puede funcionar bien en mujeres jóvenes con valores extremamente bajos de AMH. Por otro lado, en mujeres de edad relativamente avanzada los valores bajos de AMH están asociados con resultados menos buenos en comparación con las mujeres de la misma edad pero con los valores de AMH más altos. Sin embargo, la edad “biológica” de una mujer no siempre corresponde a su edad de pasaporte. Por esta razón se están desarrollando los métodos de biopsia líquida (mencionados arriba) como una herramienta más exacta y personalizada que la simple edad de la mujer.
Mito 3. Los fracasos de implantación embrionaria y abortos espontáneos están siempre causados por una baja calidad de los óvulos.
Una baja calidad de los óvulos es la causa más frecuente de fracasos de implantación y abortos espontáneos, sobre todo en mujeres de edad relativamente avanzada. Sin embargo, sería un error echar toda la culpa a los óvulos sin evaluar otras posibles causas. Este error puede llevar a la recomendación precipitada de la donación de óvulos a las mujeres con fracasos repetidos de implantación o abortos espontáneos previos. Sin embargo, si el problema principal no era en los óvulos, la tentativa de donación de los óvulos llevará también a un fracaso.
A parte los factores atribuibles a los óvulos, los fracasos de la reproducción asistida y abortos espontáneos pueden ser causados por una fragmentación del ADN de los espermatozoides, anomalías del revestimiento interno del útero (pólipos, adherencias, adenomiosis), anomalías endocrinas de la mujer (hormonas de la glándula tiroidea, insensibilidad a la insulina, hyperandrogenismo, hiperprolactinemia), incompatibilidades inmunológicos (receptores de las células NK de la mujer y los antígenos HLA del hombre), anomalías de la coagulación sanguínea, anomalías del metabolismo de las hormonas esteroides o infecciones del tracto genital masculino o femenino. Todos estos factores posibles tienen que ser evaluados mediante las técnicas pertinentes y, en caso de su detección, tratados adecuadamente para evitar la repetición de los fracasos de reproducción asistida, sea con los propios óvulos de la paciente o con óvulos de una donante.
Mito 4. En caso de FIV es preferible alargar el cultivo durante 5 días para mejorar los embriones.
La permanencia de los embriones en el medio de cultivo no aumenta su vitalidad. Más bien ocurre lo contrario. El cultivo prolongado puede tener sentido si se trata de distinguir entre embriones completamente sanos y los que presentan diferentes tipos de anomalías. En casos de disponibilidad de muchos embriones, la selección de embriones mediante cultivo largo (5 días) puede aumentar la probabilidad de embarazo para las parejas que desean la transferencia de un solo embrión, con el fin de eliminar el riesgo de mellizos.
Sin embargo, en casos en los cuales el número de los embriones disponibles está limitado, el cultivo prolongado puede resultar contraproducente, ya que algunos embriones debilitados, pero luchando por su supervivencia, pueden dar un embarazo después de ser transferidos al día 3 de su desarrollo, pero no pueden sobrevivir hasta el día 5 en las condiciones in vitro, menos favorables que el ambiente intrauterino. Consecuentemente, el interés de alargar el cultivo de los embriones hasta el día 5 tendría que ser evaluado caso por caso y después de explicar a la pareja su situación, tomando en cuenta tanto los factores biológicos como las preferencias personales de los pacientes.
Mito 5. El diagnóstico genético preimplantacional de anomalías cromosómicas reduce la probabilidad de aborto espontáneo.
Los resultados recientes, publicados por varios grupos de investigadores de prestigio, coinciden en que esto no es el caso, por lo menos con los métodos actualmente en uso que tienen una tasa inaceptable de resultados falsos positivos y falsos negativos. En casos con el número limitado de embriones disponibles, una destrucción de un embrión normal, diagnosticado erróneamente como anormal, puede quitar a la pareja su última oportunidad de procrear con sus propios óvulos antes del recurso a la donación. Trabajos de investigación para desarrollar nuevas técnicas de diagnóstico preimplantacional, más exactas y menos invasivas, están en marcha.
Mito 6. Tengo síntomas de premenopausia. No me quedan más remedio que la donación de óvulos.
Aunque la donación de óvulos suele ser más eficaz en mujeres con premenopausia, una tentativa de reproducción asistida con sus propios óvulos puede resultar en embarazo incluso en esta categoría de mujeres. Los resultados son mejores en las mujeres con una premenopausia precoz (más jóvenes), en comparación con la premenopausia natural (mujeres más mayores).
En cualquier caso, la probabilidad de éxito de la reproducción asistida utilizando los óvulos propios de las mujeres con premenopausia se puede predecir, caso por caso, con una relativa alta precisión. La decisión final tiene que ser tomada por cada pareja, según sus preferencias personales, y después de recibir una información exhaustiva por parte del médico.
Mito 7. Mis testículos no producen espermatozoides. No tengo más remedio que acudir a la donación de esperma.
Falso. La técnica de fecundación mediante la técnica llamada ROSI (round spermatid injection) que consiste en la inyección en los óvulos de espermátidas redondas, el estadio de desarrollo inmediatamente precedente al de los espermatozoides, está disponible desde el año 1995.
Según una publicación reciente, 90 niños han nacido en Japón y 17 en España, sin detectar ninguna anomalía atribuible a esta técnica de reproducción asistida.
El único problema de ROSI es su relativamente baja eficacia (tan sólo 3-8% de embarazos por tentativa, dependiente de la edad y fertilidad de la mujer). Muchas parejas optan por la fecundación de una parte de óvulos mediante ROSI, para transferir inmediatamente en el útero, y la otra mediante ICSI con esperma de donante para congelar y utilizar en el futuro en caso del fracaso de ROSI.
Trabajos de investigación están en marcha para mejorar la eficacia de ROSI y para extender la posibilidad de procrear con su propio material genético a los hombres cuya producción de espermatozoides está bloqueada antes de llegar al estadio de espermátida redonda.