Trastorno del síndrome alcohólico fetal

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El porcentaje de mujeres que admiten haber bebido durante el embarazo y la lactancia alcanza cifras verdaderamente preocupantes. Vivimos en la era de la información, nunca ha sido tan sencillo averiguar, indagar e informarse de cualquier tema que nos interese o preocupe, y además recibimos un bombardeo incesante de datos, noticias y referencias en forma de consejos y avisos que intentan concienciarnos ante situaciones que pueden representar un peligro para nosotros o los nuestros.

El TEAF en datos

Todos hemos sido educados desde pequeños, sabemos que tomar alcohol durante el embarazo y la lactancia puede resultar dañino en la formación del feto. Desde pequeños hemos recibido toda esta información una y otra vez, aún así, según estudios científicos y estadísticos como el realizado en por la Unidad de Salud Medioambiental entre 1800 gestantes, el 68% admitió haber ingerido algo de alcohol. Si bien es cierto que estas cifras acumulan casos desde hace más de una década, a día de hoy, la cifra se ha reducido al 50%, dato que sigue siendo verdaderamente preocupante.


La solución en nuestras mano

La solución está única y exclusivamente en nuestras manos, no sólo en manos de las madres en periodo de gestación o lactancia, sino de toda la unidad familiar. Llevar a cabo estas medidas es cosa de dos, la responsabilidad de la madre es directamente proporcional a la de la pareja. La responsabilidad de la figura paterna es importantísima y significa un apoyo moral imprescindible para la gestante. No hay forma más eficaz de ayudar contra cualquier adversidad que predicar con el ejemplo.

Todo esto, pienso que debería extenderse a la totalidad del núcleo familiar y de amistades, tanto hermanos, hijos, tíos, amigos… De todos ellos depende traer al mundo un nuevo miembro bien formado, con capacidad para desarrollarse correctamente e intelectualmente preparado para desenvolverse en nuestra sociedad de manera adecuada.

Los trastornos del Síndrome alcohólico fetal

Todos estos problemas físicos y psicológicos causados al feto, desembocan en una serie cambios y posibles trastornos que han sido denominados como TEAF (Trastorno del síndrome alcohólico fetal). Vamos a enumerar algunos de ellos y cómo pueden afectar a la vida futura de vuestros bebés y a su interacción humana.

Uno de los descubrimientos relativamente recientes ha sido los cambios faciales en el bebé, los neonatos cuyas madres beben alcohol durante el embarazo son propensos a nacer con un volumen craneal más pequeño, carecen del surco sublabial, gran distancia entre ojos, paladar hendido, cara aplanada etc. Es decir, estamos incidiendo directamente y trastornando genéticamente a nuestro futuro hijo. En España, el dos por mil de los recién nacidos presenta síntomas de daños evidentes causados por la ingesta de alcohol de la madre.

Son habituales los casos de trastorno psicológicos, problemas de concentración y atención y se verán afectados los sistemas motrices. Todo ello desemboca en una difícil inserción del individuo en la sociedad.

Las habilidades motrices pueden verse afectadas en gran medida, llevando al individuo a un estado de dependencia de sus mayores.

Los problemas causados en el aspecto emocional son incontables: hiperactividad, trastornos nerviosos, depresión e incluso cuadros de agresividad inconsciente.

La propensión de estos individuos afectados por el TEAF a tomar bebidas alcohólicas una vez alcanzan la edad adulta o incluso antes, es bastante mayor a la media, por lo que os puedo asegurar que un inmenso porcentaje de personas que han sufrido el TEAF acabarán teniendo algún problema con la bebida en mayor o menor grado durante sus vidas. Además no solamente serán mucho más propensos a ser afectados por el alcoholismo, sino que esto se extiende a los demás productos con alta dependencia como tranquilizantes, sedantes, narcóticos…

La importancia de la prevención

La prevención, como siempre, está al alcance de nuestra mano. Sólo nosotros podemos cambiar esta situación. No me refiero solamente a las madres y padres, sino a todo el ámbito familiar, de amistades, conocidos… En definitiva a la sociedad en general.

Disponemos de infinita información y de las armas educativas para hacerlo. La solución total es la educación de los más pequeños, la concienciación y la cultura general de los jóvenes, para que puedan llegar a la lucha con las mejores armas intelectuales que podamos ofrecerles. Pero, como antes he mencionado, la única manera, el único camino y la verdadera arma de nosotros, los mayores es predicar con el ejemplo, de nada sirve gastar dinero, tiempo y recursos en estudiar el problema y concienciar a nuestros pequeños si éstos no ven como los primeros que se ponen el mono de trabajo somos los padres.

Un problema real para el futuro de tu hijo

Por mi parte, el arma que he decido aportar en esta batalla es la incidencia. Hay infinidad de información y consejos en todas partes, por la red, en centros educativos, sanitarios… Desde nuestra trinchera, debemos darnos cuenta que nuestras balas son los datos y las palabras. No tenemos otra fuerza más que ser pesados, volver a repetirlo y después repetirlo de nuevo, y otra vez… y una vez más.

Si después de repetirlo hasta la saciedad resulta que has podido lograr que un solo recién nacido se haya librado de una condena impuesta por sus padres y que él no ha elegido, habrá valido la pena.

Después sólo quedará seguir luchando. #ElBebeLoQueTuBebes


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