alimentacion complementaria

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De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se puede comenzar a introducir alimentos sólidos a los niños a partir de los 6 meses, hasta ese momento, lo ideal es que el bebé se alimente exclusivamente de leche materna, o en su defecto de leche de fórmula.

A mi hijo Dani le encantaba la leche con cereales, a partir de los 6 meses empezamos a ponerle una cucharada de cereales Blevit Plus en cada biberón y poco tiempo después, comenzamos con la alimentación complementaria.


La razón principal de esperar es que los bebés tienen que desarrollar las bacterias intestinales adecuadas que les permitan procesar alimentos sólidos de manera segura, lo que puede conducir a gastroenteritis y diarrea. La introducción temprana de alimentos sólidos también se ha relacionado con un mayor riesgo de obesidad, diabetes, eczema y enfermedad celíaca.

Hasta ahí la teoría… pero como en todo lo relacionado con los niños, la introducción de alimentos siempre va a depender de que el niño esté o no listo para pasar a esa etapa.

¿Cómo saber cuando el bebé está listo?

Algunos bebés nacen temprano y otros tarde; algunos van siempre por delante de lo que se espera en su desarrollo, mientras que otros van a su propio ritmo. Comenzar a introducir sólidos es solo otro hito que debemos vincular al desarrollo de nuestros hijo.

Lo ideal es consultar con nuestro pediatra antes de comenzar a introducir sólidos, pero hay algunas señales que pueden indicarnos que empieza a estar listo para ello.

Señales de que tu hijo está listo:

  • ¿Levanta bien la cabeza?
  • ¿Puede coger cosas con las manos?
  • ¿Puede sentarse solo o con algo de apoyo?
  • ¿Está empezando a morder juguetes o sus manos?
  • ¿Se mete cosas en la boca?
  • ¿Muestra interés por la comida?

Si ves estos signos, es probable que tu hijo esté listo para comenzar con los alimentos sólidos.

¿Papillas hechas en casa o compradas?

La pregunta del millón para la mayoría de madres, al menos para mí y para muchas de las que conozco.

Como todo en la vida, tanto una cosa como la otra tiene sus pros y sus contras, desde mi punto de vista, en el equilibrio está la clave.

A mí me venían genial los tarritos comprados cuando salíamos de excursión, para la merienda en el parque, durante los viajes en familia… e incluso para los días que iba como loca de un lado a otro con los tres niños y ya no me daba la vida para hacer comidas.

Debemos tener en cuenta también qué tipo de textura gusta más a nuestro hijo; hay niños que toleran cualquier tipo de alimentación y otros (como mi hijo Guille) que son más especiales para comer; a él no le podías poner ni un tropezón dentro de la papilla porque no la toleraba, tenía que hacerla sedosa y sin grumos.

Si nuestro bebé no tolera bien las texturas, lo ideal es ir al ritmo del niño y no intentar adelantarnos. Cada niño es diferente.

¿Cómo sabemos cuando nuestro hijo está lleno?

Debemos aprender a escuchar sus propias señales corporales de hambre y plenitud, no es necesario que coma en exceso, eso no va a hacerlo más feliz. Los bebés necesitan muy poca comida en cada sesión y son los mejores para decidir cuánto comer.

Si piensas que no come suficiente comida, a menos que estés seriamente preocupado por su ingesta de nutrientes, tómatelo con calma, respira y espera a la siguiente comida, porque tu bebé es el mejor para saber cuándo parar.

En caso de que estés seguro de que tu hijo no come correctamente o la cantidad que consideras que debería consumir, lo ideal es comentarlo con tu pediatra, seguro que puede darte unas pautas de alimentación y/o recomendarte un complemento nutricional Vitafos Junior si pudiera necesitarlo.

Comidas que se deben evitar

Un concepto erróneo común es que los niños deben evitar los huevos y el yogurt a medida que comienzan a comer sólidos. En realidad, estos alimentos se recomiendan siempre que no haya antecedentes familiares de alergias. Asegúrate de que los huevos estén completamente cocidos antes de ofrecérselos al niño.

Evita la sal y la miel antes del año. Los riñones de un bebé luchan por procesar la sal, y la miel puede ser peligrosa para los bebés debido al botulismo infantil.

Deben evitarse los alimentos con alto contenido de azúcar, como las galletas y los dulces, además de ofrecer cualquier tipo de zumo. Consulta con tu pediatra antes de introducir cualquier alimento.

Comprender las papilas gustativas de tu bebé

Los bebés y los niños pequeños naturalmente prefieren alimentos más dulces. Sin embargo, podemos ayudar a nuestro hijo a acostumbrarse y aceptar el sabor de los vegetales y alimentos salados.

Cambia la preparación o el sabor de los alimentos. Todos tenemos alimentos que nos gustan y no nos gustan. Tu hijo preferirá algunos alimentos sobre otros, eso no es un problema ni es malo. Se trata de continuar preparando los alimentos que nos gustaría que comiera nuestro hijo y él deberá decidir comerlos o no.

Mi experiencia es que la mejor forma de introducir los alimentos es hacerlo de forma natural, cuando estén preparados y sin forzarlos, además de compartir la mesa en familia, eso les ayuda a querer probar lo que los demás estamos comiendo y así aumentar sus expectativas.

Foto portada por goodluz


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